Las formas de producción y consumo ecológico y responsable son la respuesta constructiva a la sociedad de consumo que escogen muchas personas de Barcelona y de todo el mundo.
La mayoría de productores buscan el máximo beneficio a pesar de que generan problemas medioambientales, sociales y de salud, tanto en general como particularmente a los consumidores y trabajadores que participan.
Es por ello que en los barrios hay familias que se han organizado en asociaciones para comprar colectivamente productos que respeten el medio ambiente y las personas, e incluso las condiciones de trabajo de los productores.
Paralelamente hay personas que producen en casa para consumo propio o de los mismos grupos, ya sea en huertos urbanos o elaborando, por ejemplo, panes y jabones.
Estas asociaciones existen en Barcelona desde finales del siglo XX y han crecido bastante en los últimos años.
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