Orquídea

Orquídea en Tandayapa (Oncidium serratum)

Estoy en el paraíso. Centenares de especies de aves, decenas de ellas colibríes, más de 500 especies de orquídeas, son una pequeña muestra de este punto caliente de la biodiversidad del planeta. Tandayapa, un valle cercano a Quito, salvado milagrosamente de la explotación maderera por sus escarpadas vertientes, nos recibe una tarde de agosto con la niebla entre los árboles y la algarabía de insectos, aves y sapitos. En el corazón de este bosque nublado nos acoge Juan Manuel Carrión, ornitólogo y artista propietario de la reserva privada Tambo Quinde. La vena artística de Juan Manuel se refleja en su vida. Sus dibujos de aves ilustran las mejores guías ornitológicas sobre Ecuador, y en las veladas de Tambo Quinde nos deleita tocando con la guitarra los tradicionales pasillos ecuatorianos. Estar con Juan Manuel en Tambo Quinde es estar en el paraíso.

Mientras caminamos hacia un árbol único que Juan Manuel nos quiere mostrar, recibimos clases magistrales sobre la fauna, flora y ecología del lugar. Después de un fuerte y sostenido ascenso, de 1800 a 2100 m, llegamos a un extraordinario ejemplar de matapalo de más de 30 m de altura. Esta  planta del género Ficus se caracteriza por que la dispersión de sus semillas la realizan algunas aves que las depositan en otros árboles. La semilla germina y sus ramas van descendiendo por el árbol en un abrazo mortal hasta que, con el tiempo, llega hasta el suelo. Es una estrategia para ocupar un lugar en el denso bosque. Este árbol es único en la zona y no se conoce a que especie pertenece.

Nuestro interés (el de la Asociación Ukhupacha) por los árboles es el motivo de nuestra estancia en Tambo Quinde, pero con un propósito especial: enseñar a los técnicos del Programa para la conservación del Águila Harpía en Ecuador, técnicas espeleológicas de progresión vertical para subir a los árboles. El primer paso lo estamos dando en este magnífico valle, primero en árboles pequeños, luego en este majestuoso Ficus, donde además podremos contribuir a su conocimiento si tenemos la suerte de encontrar flores que ayuden a su determinación. El segundo paso lo daremos en la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno, donde vive el águila harpía. Esta rapaz anida en la parte más alta de los ceibos, árboles de más de 40 m de altura que sobresalen del dosel de la selva. Y es aquí donde las técnicas espeleológicas de progresión vertical pueden ser de gran ayuda para estudiar el águila.

Valentí Zapater